CEPAL entiende que el “desarrollo” en la actualidad requiere provocar cambios en la estructura productiva que aumenten la participación de los sectores intensivos en conocimientos e innovación, que garanticen el crecimiento económico inclusivo y sostenido, que promuevan la creación de empleos de calidad con derechos, y que se asocien a sectores que impulsen la producción de bienes y servicios ambientales.

Además, llama a realizar un gran impulso o “bigpush” ambiental, que debe estar compuesto por un paquete de inversiones públicas y privadas coordinadas en distintas áreas que genere nuevos patrones energéticos y de producción, un renovado diseño de ciudades sostenibles y pautas de consumo menos contaminantes, basado en el aprendizaje y la innovación. En síntesis, apostar por una economía circular, con pleno empleo. Así lo resume Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL (2016).

¿Qué rol les compete a las asociaciones público privadas? 

Rodrik (2005), es la necesidad de combinar independencia burocrática con su articulación con el sector privado. Indica que en el modelo adecuado se trata de alcanzar una colaboración y coordinación estratégica entre sector privado y público con el objetivo de descubrir los cuellos de botella más significativos. Burócratas y empresarios necesitan participar conjuntamente del proceso de descubrimiento de oportunidades e instrumentos adecuados. El marco institucional preciso para alcanzar este objetivo depende de las particularidades de cada país. Solicitar información sobre las intenciones de invertir del sector privado a cambio de la remoción de obstáculos (o el otorgamiento de incentivos) puede ser un factor esencial para determinar prioridades sectoriales.

Complementando este enfoque de asociación entre el sector público y el privado, están los trabajos de Devlin & Moguillansky (2009), los mismos son sobre las estrategias nacionales de desarrollo, que deben estar basadas en el desarrollo de asociaciones público privadas a largo plazo. Y en ese sentido no consideran tanto la complejidad y la innovación postfordista como los ejes del desarrollo, sino la construcción de alianzas sólidas que le permitan a las empresas competir en el mercado internacional.  A su vez, destacan la importancia de una visión estratégica de futuro y la colaboración o alianza público-privada para afrontar en forma consensuada los problemas y definir las estrategias orientadas a solucionarlos.

Los autores observaron que la clave es organizar un proceso social representativo, en un marco de alianzas que faciliten un esfuerzo nacional inteligente por identificar las oportunidades que permitirían acelerar la transformación productiva y la inserción internacional, así como definir las restricciones de corto, mediano y largo plazos y la capacidad de los sectores privado y público de eliminarlas o reducirlas para lograr así los objetivos establecidos, el proceso social es fundamental en este sentido: debe ser socialmente inclusivo y representativo, apoyado al más alto nivel político y sin captura del Estado por intereses particulares, al igual que sostiene Carabajal (2019). Su modalidad de operación debe favorecer la definición de diagnósticos objetivos y empíricamente fundados, los que facilitarán la creación de consensos sobre el posicionamiento de la economía en el mercado internacional a 5, 10 o 15 años plazo, así como los entendimientos sobre el “qué hacer” para lograr objetivos que sean realistas, pero también ambiciosos.

Los casos más exitosos, para el desarrollo, fueron los que contaron con alianzas público-privadas más estables, capaces de lograr consensos entendimientos que apoyaran las estrategias de transformación productiva orientadas a una dinámica exitosa de inserción internacional, que superaran los ciclos políticos y cuyo sector público tenga la capacidad adecuada como para ser un socio creíble del sector privado. Esto es, que pueda implementar con eficacia las intervenciones necesarias para avanzar en una estrategia que sustente una acelerada transformación productiva. 

Es relevante destacar aquellos aspectos que los investigadores de CEPAL observaron cómo central a la hora de implementar estas alianzas, señalan varios principios que fueron relevantes a la hora de implementar las APP en el conjunto de casos de éxito internacional que estudiaron. A continuación, los detallamos:

  1. La formulación de una estrategia nacional a mediano y largo plazo orientada a alcanzar la transformación estructural y;
  2. El papel fundamental de las alianzas público-privadas;
  3. Asegurar el liderazgo de los verdaderos ministerios y organismos encargados de actividades y sectores en la economía real;
  4. Promover una cultura de pensamiento estratégico a mediano y largo plazo;
  5. Para ejecutar las estrategias es importante que en cada área o actividad prioritaria haya uno o varios organismos dedicados plenamente a su ejecución;
  6. Cuanto más estructurada y específica sea la estrategia, mayor será el desafío de coordinación entre ministerios y la exigencia de instrumentos múltiples para ese efecto;
  7. La eficacia de las políticas depende de un servicio civil no politizado y caracterizado por el profesionalismo y la capacidad técnica;
  8. La eficacia de los incentivos debe evaluarse no solo por la forma en que se gestionan individualmente, sino también por la forma en que se articulan para lograr un efecto sistémico;
  9. La eficacia de los programas e incentivos están íntimamente vinculados a la forma en la cual éstos están gestionados;
  10. Para que las estrategias sean eficaces, es preciso evaluar su aplicación y su impacto en relación con los objetivos:
  11. Las alianzas público-privadas bien estructuradas pueden minimizar el riesgo de que el gobierno se vea capturado por el sector privado.

Estas recomendaciones generales, sería relevante y de ayuda para cualquier tipo de gobierno que gestiones políticas públicas, tanto a nivel nacional como subnacional.